martes, 23 de abril de 2013

Adhesiones Asamblea Parque Lezama

Estimadxs compañerxs 

El enrejado de los espacios públicos no es una controversia reciente, ya son 86 las plazas públicas enrejadas en la Ciudad de Buenos Aires. El Gobierno de la Ciudad, explicitando una vez más su desprecio por los espacios verdes públicos como patrimonio cultural, lugar de encuentro y de relación entre los vecinxs, ahora anuncia en la cámara de comercio la aprobación del proyecto de "puesta en valor y enrejado" del Parque Lezama. El enrejamiento de los parques es una política implementada luego del 2001, cuando los movimientos asamblearios los utilizaban como lugar de reunión. Tratando así de controlar con este tipo de políticas los ámbitos de reunión de las asambleas por antonomasia. 

La viuda de José Lezama vendió en 1894 el terreno a la Municipalidad de Buenos Aires por un valor simbólico ($1.500.000), con la condición que fuera convertido en un parque público que llevase el nombre de su marido. Por su forestación de árboles centenarios, su diseño y su barranca natural -una de las dos únicas que aún quedan en Buenos Aires- se trata de uno de los parques más importantes y emblemáticos de nuestra Ciudad. En 1931, por orden del intendente José Guerrico, la reja que rodeaba al Parque fue demolida, y así quedó abierto al público de forma permanente. En esa época la remoción del enrejado simbolizó que un predio privado pasase a ser un espacio público. Nuestro Parque, declarado Monumento Histórico Nacional desde el año 1997, está dentro del área de protección histórica No 1 y se encuentra comprendido dentro de los postulados que esgrime la ley de Patrimonio de la Ciudad. 

En la actualidad la situación en la que se encuentra el Parque Lezama es la viva demostración de cómo una serie de administraciones de distintos signos se han puesto de acuerdo, sin aparente coordinación, para transformar este jardín de la ciudad en un terreno baldío. La técnica parece ser la misma de los años 90 empleada en las empresas públicas que luego se privatizaron: dejarlas morir para después argumentar que ya no hay solución. 

Dentro del mandato constitucional de no disminuir los espacios verdes también está implícita la no restricción de su acceso a la sociedad. No existe ley que autorice a impedir el uso del parque en determinadas horas. En el Parque Centenario el horario de cierre se estipuló a las 9 pm, sólo luego de protestas extendieron los horarios hasta la 12 pm sólo en verano. No sólo se han delimitado las horas de acceso al Parque Centenario, si no que también se lo ha militarizado con policías con armas de fuego, se controlan, restringen o prohíben actividades culturales que previamente al enrejado se venían realizando e incluso la difusión a través de volantes. Las rejas no garantizan la seguridad ni colaboran para ello. La seguridad de un parque está dado por su mantenimiento, por la existencia de una plan de manejo participativo, un buen alumbrado, la existencia de guarda parques y la utilización intensa por parte de la ciudadanía. 

Queremos espacios verdes que funcionen como lugares de reunión, de organización, de actividades artísticas y culturales, de entretenimiento y esparcimiento. No queremos jardines que deban ser disfrutados tras las rejas, que son un símbolo de expulsión para lxs que están afuera y de represión para lxs que están adentro. Ambas situaciones estimulan a que los parque nos sean usados. 

El Ministerio de Ambiente y Espacios Públicos presentó un escueto proyecto de “puesta en valor del parque” al que pudimos acceder. Según el mismo además de enrejar más del 80% del parque, pretenden destinar el espacio donde actualmente está el anfiteatro a un espejo de agua –modificando su funcionalidad actual-. Entendemos que esta elección no es casual ni guarda relación con una cuestión estética sino que va en sintonía con las políticas culturales del Gobierno de la Ciudad que intentan desterrar cualquier expresión de la cultura popular y restringir los espacios públicos de reunión e intercambio de los sectores populares. 

Organizados, conseguimos que el máximo órgano de participación comunal de lxs vecinxs, el Consejo Consultivo de la Comuna 1, vote por unanimidad solicitar a la Junta Comunal que se exprese en contra del enrejado y a favor de la revalorización del Parque. Nuestro Parque es visitado por 10.000 personas cada fin de semana en búsqueda de esparcimiento y recreación. Debido a su ubicación en una zona que tiene un déficit de espacios verdes es casi el único lugar de esparcimiento de los vecinos. En él se desarrollan decenas de actividades. Frente a esta imposición, a esta decisión arbitraria sin consulta a la comunidad, los vecinos a través de la ASAMBLEA DEL PARQUE LEZAMA manifestamos nuestra voluntad de seguir teniendo un parque libre, dónde podamos seguir desarrollando nuestras actividades, revalorizando el concepto de espacio público: como un espacio que nos pertenece a TODXS. 

ASAMBLEA DEL PARQUE LEZAMA 

Adhieren: Barrio Rodrigo Bueno, Agrupación "Los Pibes" de la Boca, Espacio La Grieta, Centro Cultural La Gomera, Asamblea en Defensa de los Espacios Públicos, Asamblea del Parque Centenario, Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas, Bachillerato Popular de Constitución, Casa Guevarista Centro Popular Todesca, Juventud Guevarista, Colectivo por la Igualdad, Manada Cultural en Movimiento, Partido Social de la Ciudad. 

Para adhesiones comunicarse con Asamblea Parque Lezama 
e-mail: asamblealezama@gmail.com 
Teléfono: 154 0686304 
Facebook: Asamblea del Parque Lezama

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