martes, 13 de agosto de 2013

SIMULACRO DE CONSENSO CIUDADANO: EL PLAN PARA OCULTAR LAS REJAS Y SIMULAR CONSENSO EN LAS OBRAS DEL PARQUE LEZAMA

Los anuncios mediáticos en contextos electorales por parte de los candidatos del PRO sobre el comienzo de obras en el Parque Lezama dejaron entrever la estrategia de ocultamiento de las rejas y la negación a entablar un diálogo.

Bueno Aires, 12 de agosto de 2013. Los integrantes de la Asamblea de Parque Lezama –conformada por vecinos de San Telmo, La Boca y Barracas y algunas organizaciones de dichos barrios– nos encontramos en estado de alerta debido a los rumores de inicio de obras en el Parque Lezama. Ante estos dichos queremos dejar en claro que la Asamblea nunca recibió el proyecto con las modificaciones pedidas en las dos (2) reuniones que sostuvimos con el Ministro de Ambiente y Espacio Público, Diego Santilli. Las mismas consisten en no convertir el espacio del anfiteatro en un espejo de agua respetando su funcionalidad social-cultural actual, mantener el espacio de las canchas de futbol utilizadas por los chicos y chicas del barrio y que se aclare explícitamente la no colocación de las rejas. A la fecha no hemos recibido nuevos bocetos del proyecto que evidencien que en la puesta en valor se realizarán estas modificaciones.

Asimismo, queremos resaltar que nos resulta extraño lo mencionado en algunos medios de comunicación sobre la licitación próxima a salir, que asegura no contener el enrejado. Al respecto, cabe aclarar que desde la primera reunión, el Ministro Santilli aseguró que las rejas ya habían sido compradas, que nunca estuvieron dentro de la licitación del proyecto de mejoras del Parque y que el enrejado es una obra que ya estaba pensada –pero no presentada legal y públicamente, como ha ocurrido con otras obras en la ciudad –. No es
casual que una semana antes de las PASO, el Parque Lezama esté en la agenda de los funcionarios y candidatos del PRO, quienes anuncian remodelaciones que siguen sin dar a conocer a los vecinos y usuarios del parque a pesar de los constantes pedidos de información realizados por esta Asamblea. También los Consejos Consultivos de las comunas 1 y 4 solicitaron formalmente el día 10 de julio del corriente año una reunión con el Ministro para conocer el proyecto ante los vecinos de la comuna –tal como se establece
en las instancias de participación ciudadana en la constitución de la ciudad-. Dicha reunión no solo no se concretó sino que nunca obtuvo respuesta el pedido, incumpliendo así con la ley de comunas.

Quienes habitamos el Parque exigimos transparencia en los proyectos de mantenimiento y obras del Parque y que se respeten las riquezas urbanas, ambientales, sociales-culturales materiales e inmateriales que hacen del Parque Lezama un lugar singular. Pedimos una “puesta en valor” integral que no sea expulsiva y privatista, y que respete la participación ciudadana. Solicitamos que no reafirme obras de maquillaje monumentales y oportunistas que nada tienen que ver con los vecinos que habitamos el Parque y con una ciudad que es de todos. En ese sentido, el trabajo en Asamblea se refuerza más con el fin de construir un
espacio de intercambio real sobre el Parque que queremos, instancias que son vedadas hasta el momento desde el Gobierno de la Ciudad. Miles de personas defienden el Parque, acción que se expresa en las firmas que se juntan cada fin de semana y que se plasmó en el gran Abrazo al Parque que convocó a familias, jóvenes y abuelos para mostrar que somos muchos los que queremos un Parque Libre y cuidado.

Además de estos anuncios mediáticos, es sumamente preocupante el avasallamiento en las últimas semanas sobre las personas que se encuentran en situación de calle y que habitan el Parque Lezama. Durante la primera semana de agosto, empleados de distintas dependencias del GCBA -que irrumpieron en el parque en altas horas de la noche- desalojaron violentamente a gente que estaba durmiendo y despojaron a otras personas de las pocas pertenencias con las que contaban. Enterados de esto desde la Asamblea comenzamos a trabajar en forma conjunta e inmediata con el apoyo profesional de espacios como Carlos Mujica, Proyecto 7 y Centro Integral Monteagudo a fin de encontrar una solución real que tenga en cuenta las necesidades de estas personas, las ayude en temas administrativos y legales en términos de sus derechos, conteniéndolas y no marginándolas como lo hace el GCBA a través del BAP. Otro deber del Estado que no está siendo cumplido y que obviamente se trata de ocultar entre los anuncios electoralistas.

Estas tergiversaciones del Gobierno de la Ciudad se continúan con diversas opiniones y dichos difundidos en los medios sobre las rejas y su funcionalidad frente al vandalismo y la inseguridad. Nos parece ingenuo pensar que dichos actos se terminen con la colocación de una reja.

Asimismo, se quiere dar cierta fundamentación “histórica” para la colocación de las rejas del Parque –simulando un cerco de fines del S.XIX-, esto es un “falso histórico” ya que en dicho momento el Parque era disfrutado sólo por una elite, abierto dos días a la semana y resaltando el uso como “quinta de veraneo” restringido a cierta población. La planificación de la ciudad cambió y la función en tanto espacio público de encuentro social y cultural primó para el diseño del espacio público en el siglo XX. Por esta razón, es que en 1931 se elimina el cerco y el parque cambia su paisaje enfatizando la continuidad con el paisaje urbano, su acceso libre todos los días y en todos los horarios, dicha decisión también se toma porque quienes hacían arrebatos saltaban la reja y usaban el parque como vía libre de escape.

Las rejas hoy traen muchos perjuicios para quienes habitamos el Parque y no queremos encontrarnos con un paredón de hierro, ni queremos estar encerrados. Los sectores de la zona sur y los vecinos de la ciudad tenemos derecho a espacios verdes abiertos, cuidados y sin rejas, como gozan quienes habitan los grandes proyectos inmobiliarios y de urbanización de zonas “exclusivas” como Puerto Madero. Sin duda, la reja es ya un negocio en términos de licitación y su funcionalidad se traduce en un mecanismo más de vaciamiento del espacio, para desacelerar el uso intensivo del parque y así abaratar costos de mantenimiento.

Afirmar que el estado actual del Parque se debe al vandalismo es sacarle responsabilidad a sucesivos Gobiernos que desde hace 15 años no realizan un real mantenimiento. Hay deterioros que son por el desgaste y uso intensivo recreativo de este espacio público. Quizá el “vandalismo”, por ejemplo contra los árboles, deberíamos verlo en las obras del Gobierno de la ciudad que arremete y elimina los árboles con el Metrobús en la 9 de julio o con la actual construcción del escandaloso estacionamiento en el Parque Chacabuco –al igual que el Lezama una obra del paisajista Thays-.
Por esto, exigimos transparencia y participación ciudadana en el proyecto de obras del Parque Lezama. La Asamblea continúa reuniéndose los domingos a las 15 hs en el Parque Lezama, en alerta ante las obras y trabajando entre vecinos y organizaciones ante la falta de respuesta del Gobierno de la Ciudad. Invitamos a todos los interesados en defender el Parque y el espacio público a participar de la Asamblea que es abierta y pública.

Contacto: asamblealezama@gmail.com
155 578 5203 - 155 517 2333 - 154 068 6304

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